México tropieza en competitividad de TI

El Economista

Infraestructura, innovación y entorno legal, los puntos débiles
México descendió cuatro peldaños en el Índice Global de Competitividad en Tecnologías de la Información (TI), al pasar del lugar 44 al 48 en un ranking de 60 posiciones, de acuerdo con el estudio “Competitividad en TI 2009” realizado por la Unidad de Inteligencia de The Economist y la Business Software Alliance (BSA).

“Hay un problema grave de competitividad que se traduce en un problema grave de inversión”, aseguró Kiyoshi Tsuru , director general de la BSA en México.

El estudio evalúa factores que inciden en el sector, como el ambiente de negocios, en donde México pasó del lugar 45 en el 2008, al 40 en el 2009; infraestructura de TI, del 40 descendió hasta el 48; desarrollo de capital humano, del 52 al 46; investigación y desarrollo pasó del 50 al 56; entorno legal, del 43 al 41, y apoyo para el desarrollo de la industria de TI pasó del 34 al 33.

Se sigue perdiendo competitividad

Rodrigo Gallegos, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), aseguró que “el panorama es desalentador. Hay que cambiar las recetas porque las cosas se están haciendo mal”.

En el marco de la presentación de los resultados del estudio, Gallegos dijo que los resultados son insuficientes y pese a que en algunos segmentos hubo avances, en realidad se “sigue perdiendo competitividad”.

Al respecto, dijo que es fundamental tener y poner en marcha una agenda de competencia en el sector, abrir la inversión extranjera en telefonía fija, modificar el marco regulatorio y fortalecer a los órganos reguladores como es el caso de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

Panorama desalentador

Durante el evento, Julio César Vega, director general de la Asociación Mexicana de Internet, aseguró que de aprobarse la aplicación de nuevos impuestos a servicios básicos como la telefonía celular y el Internet, se creará un “bache” que frenará el crecimiento de ambas industrias.

Insistió en que la penetración de la banda ancha tiene que ver con la productividad del país, por lo que desacelerar su ritmo de crecimiento mediante la imposición de un nuevo gravamen no contribuirá a la competitividad y la parte económica nacional.